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Agrícola Oliveros

«Un sistema de control fácil de utilizar para el riego y la ventilación; gracias a Ridder HortiMaX CX500 hemos tenido nuestra mejor cosecha».

El productor mexicano Agrícola Oliveros produce una especialidad de tomate uva de alta calidad destinada principalmente al mercado estadounidense. Tiene 10 hectáreas de invernaderos de polietileno y próximamente añadirá otras 5 hectáreas. En 2014 instaló un ordenador de control del clima Ridder HortiMaX CX500 con el fin de automatizar los sistemas de climatización e irrigación. Su propietario, Ernesto Oliveros, afirma que ha revolucionado el sistema de irrigación, que ahora se basa en el nivel de radiación solar. Otro gran avance fue la capacidad de controlar y aumentar la humedad relativa, lo que redujo el problema de los hombros verdes en el tomate. Además de mejorar la calidad, este año se consiguió la mejor cosecha de la historia. La facilidad de uso del CX500 también ha contribuido a la experiencia.

Crecimiento estable
El productor mexicano Agrícola Oliveros empezó a cultivar tomates en el año 2002 y, a base del método de prueba y error, su empresa ha ido creciendo lenta pero establemente desde entonces. Actualmente produce una especialidad de tomate uva de alta calidad principalmente destinada al mercado estadounidense. Con una extensión ya de 15 hectáreas y con todo previsto para ampliar otras 23 hectáreas, los propietarios decidieron que era el momento de ir al compás de los tiempos e incorporar la tecnología necesaria para automatizar los sistemas de climatización e irrigación. Gracias a dicha automatización, este año se consiguió la mejor cosecha de la historia.

Empresa familiar
La familia Oliveros posee la propiedad de Celaya desde hace 60 años. Hoy en día la dirige Ernesto y su hermano José María. El primero en trabajarla fue su abuelo y después su padre, que cultivaban cebada y sorgo y, en la década de 1980, hortalizas como el brócoli. El riego por goteo se introdujo a finales de la década de 1990 y ya a principios del siglo XXI Ernesto y José María tenían curiosidad por ver cómo funcionaban los invernaderos. En el año 2001 instalaron a modo de prueba un invernadero de polietileno de 0,25 hectáreas y consiguieron hacer crecer una cosecha de tomates.

Sobrevivir
«Nuestro objetivo inicial era simplemente garantizar que las plantas sobrevivieran. Era el método de prueba y error y con la ayuda que encontramos en Internet pudimos lograr las soluciones de nutrientes y los regímenes de temperatura adecuados, etc. Cultivábamos tomates carnosos y encontramos un mercado para ellos en la ciudad de México. Eso nos animó a seguir ampliando, en media hectárea, una hectárea, dos hectáreas… hasta que en 2013 teníamos un invernadero de polietileno de 10 hectáreas y exportábamos la especialidad de tomate uva a los Estados Unidos y Canadá», explica Ernesto.

Al principio, dudas
El año pasado construyeron cinco hectáreas adicionales y fue en ese momento cuando decidieron automatizar los sistemas de ventilación y riego. «La situación había dejado de tener sentido, había demasiadas personas por todas partes pulsando botones para abrir los paneles de ventilación». Sin embargo, Ernesto reconoce que al principio eran muy escépticos respecto a la tecnología. “No acabábamos de confiar en los sistemas; creíamos que si algo iba mal se perdería todo porque no seríamos capaces de solucionar problemas con la suficiente rapidez”.

No obstante, iniciaron conversaciones con Ridder, que tiene una oficina cerca. «Para mí fue muy importante conocer a la gente, en este caso a la de Ridder México. Tenía la necesidad de ver que podía confiar en ellos, por si acaso algo salía mal».

“Nos gustó el sistema de control del clima CX500 porque con él es muy fácil importar y descargar archivos. También nos atrajo lo fácil que era utilizar el sistema. La parte visual de la interfaz se entiende rápidamente, se pueden seleccionar de forma sencilla los datos que se necesitan. Aquí todo el mundo ha acogido la nueva tecnología de buen grado. Muchos de los que están aquí llevan diez años con nosotros y todos queremos mejorar juntos, por eso prestamos atención a los detalles. Este sistema nos ayuda mucho en este sentido».

Un gran avance
Un gran avance ha sido la posibilidad de controlar y aumentar la humedad relativa. De esta manera hemos reducido drásticamente la incidencia de hombros verdes en los tomates, afirma Ernesto. Los hombros verdes eran un gran problema que afectaba a cerca del 40 % de las hortalizas; esto se debe a que el tiempo en primavera es muy cálido, sobre unos 35 °C o 40 °C, y muy seco.

«La humedad relativa del exterior puede ser del 10 % al 20 %. Esta absorbe la humedad del invernadero y por ello las hojas finalmente son más cortas y algunas de las hortalizas no consiguen madurar adecuadamente. Si los tomates tienen hombros verdes, sencillamente no te pagan», explica.

«Ahora, como podemos controlar más precisamente la apertura de los paneles de ventilación y la irrigación y utilizamos la cantidad correcta de pintura blanca podemos mantener la humedad del invernadero en casi el 60 %, en comparación con el 30 %-40 % de antes». Este año la incidencia de hombros verdes descendió un 6 %, y además se ha utilizado una variedad que es menos susceptible a sufrir este problema

«La parte visual de la interfaz es clara, se pueden obtener de forma sencilla los datos que se necesitan». ¡Todo el mundo está muy contento con la nueva tecnología! «

Buena cosecha
La principal variedad que se cultiva es la denominada Angelle, de Syngenta, pero Oliveros también vende una versión combinada y, por lo tanto, cultiva cinco variedades en un invernadero. Todas ellas crecen sin calefacción adicional en un sustrato de fibra de coco. “Este año hemos tenido la mejor cosecha, sobrepasando incluso los 25 kg/m2 aunque, realmente, la calidad es mucho más importante para nosotros”, comenta Ernesto.

Un gran avance
“En este sentido, el ordenador para el clima y el riego CX500 ha significado un antes y un después para nosotros. Ha revolucionado la manera en la que regamos ya que ahora el agua se basa en la radiación. «Incluso podemos gestionar áreas independientes del invernadero con simplemente una pequeña superposición entre uno o dos pasillos. El cultivo permanece más seco por la mañana y podemos controlar mejor los ciclos de irrigación teniendo en cuenta la variedad y la edad del cultivo; empezamos a regar un cultivo joven a un nivel mayor de radiación que el del cultivo más viejo».

Niveles Brix
Con esta posibilidad de gestionar de forma precisa el cultivo también hemos mejorado el nivel Brix en las hortalizas. «Los tomates uva deben tener un nivel Brix elevado aunque el nivel alcanzable varía durante el año. Uno de nuestros principales retos es la meteorología y este sistema de control del clima nos garantiza un buen equilibrio con el cual controlar la producción de manera más exacta y mantener una planta que rinda abundantemente. Al gestionar mejor la humedad y mantener una CE más elevada en el sustrato hemos podido optimizar y mejorar el nivel Brix este año».

La mejor cosecha hasta la fecha
Desde 2005, Oliveros ha exportado al mercado norteamericano a través de los comercializadores canadienses Mastronardi Produce. «Para exportar se necesita el nivel de calidad más alto y esto es lo que nos ha permitido seguir ampliando mercado. Después de instalar el ordenador para el clima y el riego Ridder HortiMaX CX500 conseguimos la mejor cosecha hasta el momento, nuestra mejor cosecha de la historia. Gracias al nuevo sistema y a toda la atención que prestamos al detalle, hemos podido alcanzar este hito. Ahora tenemos previsto ampliar en otras cinco hectáreas y el objetivo es crecer hasta las 40 hectáreas en total. «A medida que crecemos podremos personalizar y sencillamente añadir más módulos al sistema de control del clima», explica Ernesto.

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