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18 noviembre 2021

Cuatro tecnologías para el invernadero autónomo 

La tecnología inteligente está cobrando una importancia creciente en el mundo de la horticultura. De hecho, Ridder prevé que, en diez años, la tecnología y los sistemas inteligentes se ocuparán de la mayor parte del trabajo dentro de los invernaderos. La era de los invernaderos autónomos está en camino, lo que permitirá que los productores puedan concentrarse en decisiones de mayor nivel. 

Esta es la visión de Ridder para el futuro de la horticultura, afirma Joep van den Bosch, director de innovación (CIO). «Ayudar a cultivar el camino» es el compromiso de la marca con sus clientes. Ofrecemos productos como tejidos para pantallas y unidades de riego. Sin embargo, en el futuro, nuestros servicios se centrarán, cada vez más, en «crecer como servicio». Esto significa ofrecer un paquete integral de productos y servicios que reduzcan la carga de trabajo en el invernadero.

«Significará ofrecer tecnología y soluciones inteligentes para resolver aspectos clave relacionados con la limitación de conocimientos y la escasez de mano de obra. Esperamos que esto contribuya de manera significativa a la implantación de los invernaderos autónomos.

Uso de datos de forma más inteligente 
Los invernaderos autónomos no surgirán, naturalmente, de la nada. Joep predice que serán necesarias cuatro tecnologías clave para que los invernaderos sean completamente autónomos. «El análisis de datos y la gestión de la nube serán la primera tecnología imprescindible. Datos tales como la producción y las condiciones climáticas del invernadero deberán poder registrarse y estar disponibles de forma segura. Esto es fundamental para poder automatizar otros procesos en el invernadero. La plataforma de datos HortOS, con sus opciones para recopilar datos y enviar retroalimentación directamente al controlador de gestión del clima, desempeña un papel importante aquí».

Joep anticipa, asimismo, que también será necesaria la tecnología visual o, dicho de otro modo, «los ojos del productor». «En la actualidad, los productores deben estar físicamente presentes para analizar adecuadamente sus cultivos y tomar las decisiones correctas relativas, por ejemplo, a la estrategia de climatización. Esto podría llevarse a cabo también de forma automática, utilizando sistemas de cámaras, que permitirán realizar el seguimiento del crecimiento y el progreso de las plantas».

Un conocimiento de alto nivel 
Joep es consciente que lograr estos avances no será una tarea sencilla. «Existen ciertos obstáculos que deberemos superar. Los productores poseen una cantidad ingente de conocimientos. No resultará fácil replicar dichos conocimientos con cámaras y programas inteligentes».

La tercera tecnología es la inteligencia artificial. «En realidad, esta tecnología es la que aunará las dos primeras. Esto significa analizar los datos recopilados y utilizarlos para tomar decisiones y proponer soluciones. Los sistemas conectados se comunicarán entre sí mediante algoritmos inteligentes».

La IA permitirá que los sistemas tengan la capacidad de proporcionar el mejor clima posible en el interior del invernadero de forma completamente independiente. Podrán decidir el momento exacto en el que incrementar ligeramente la temperatura o aumentar la ventilación.

Ridder Key Visual

Robotización 
La cuarta y última tecnología que Joep identifica es la robótica para el invernadero. «Se automatizarán una gran parte de las actividades físicas que se llevan a cabo en el invernadero como, por ejemplo, la recolección y el envasado. Ya disponemos de tecnología básica para ello, pero su uso no se ha generalizado aún en la horticultura». Queda mucho trabajo por hacer antes de que los productores puedan realmente empezar a cultivar de forma autónoma. «Las empresas del sector deberán trabajar de forma más estrecha con los proveedores e implicar a los productores. Será necesario realizar inversiones considerables». El rol de los productores también cambiará. «Pasarán a desempeñar funciones más próximas a las de un gerente, supervisando los procesos y sistemas y adoptando una perspectiva más general. En la actualidad, están obligados a tomar todas las pequeñas decisiones. Esto dejará de ser necesario: los sistemas automatizados se ocuparán de la mayor parte de estas decisiones».

Patrocinamos el Desafío del Invernadero Autónomo 
A partir de esta visión de la horticultura, Ridder patrocina el Desafío del invernadero autónomo, organizado por la Wageningen University & Research (WUR). «Para nosotros, es importante fomentar esta visión y crear alianzas y es por eso que patrocinamos este desafío. Pude ver el impacto que tuvieron las dos primeras ediciones. Generaron más conocimiento y aceptación. También han aparecido algunas empresas nuevas. Estamos encantados de contribuir a estos avances».

El desarrollo del cultivo autónomo incidirá en los productos y servicios que Ridder ofrece. «La empresa pasará a ofrecer a los clientes algo más que productos o componentes individuales. Probablemente, se integrarán y combinarán en sistemas completos. Pienso, asimismo, que ofreceremos nuestros productos y servicios como paquetes o en forma de suscripción. Por lo tanto, en lugar de adquirir productos individuales, los productores comprarán paquetes integrados y, tal vez, incluso, «alquilarán» los equipos. Esto permitirá adaptar y personalizar los sistemas según las necesidades individuales e implementar cambios a medida que dichas necesidades evolucionen. Ayudará a los productores a ampliar sus negocios más rápidamente y permitirá que trabajen siempre con los equipos más modernos.

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